viernes, 4 de enero de 2008

Inteligencia Emocional

Hola , creo que es interesante para el educador social conocer el modo de motivar a los destinatarios de su trabajo, para ello ha de saber que la Inteligencia Emocional se sostiene sobre cuatro pilares básicos que son:

1. Conocimiento emocional: conformado por la honestidad, la energía, retro-información e intuición emocional

2. Aptitud emocional: es la capacidad de escuchar, manejar conflictos, sacar lo mejor del descontento, flexibilidad y renovación

3. Profundidad emocional: influencia sin autoridad, compromiso, responsabilidad y conciencia

4. Alquimia emocional: creación de futuro, intuición, reflexión, fluir con los problemas y presiones aumentando su percepción.

Muchas veces las personas se desmotivan, desperdician el tiempo y la energía fingiendo aceptar decisiones que no comparte, callando y reprimiendo percepciones y oportunidades.

Las emociones provocan creatividad, iniciativa, cooperación y colaboración, compromiso, fortalecen las organizaciones.

Nuestras actitudes y nuestros sentimientos influyen de una manera positiva o negativa en nuestra motivación y en la de aquellos a los que nos dirigimos.

Me gustaría compartir este poema de Rudyard Kipling, que creo que es un canto a la motivación personal para conseguir los objetivos que cada uno se marque en la vida:

Si piensas que estás vencido, lo estás,

Si piensas que no te atreves, no lo harás,

Si piensas que te gustaría ganar pero no puedes, no lo lograrás,

Si piensas que perderás, ya has perdido.

porque en el mundo encontrarás

que el éxito comienza con la voluntad del hombre.

Todo está en el estado mental.

Porque muchas carreras se han perdido

antes de haberse corrido,

y muchos cobardes han fracasado,

antes de haber su trabajo empezado.

Piensa en grande y tus hechos creceran.

Piensa en pequeño y quedarás atrás.

Piensa que puedes y podrás.

Todo está en el estado mental

Si piensas que estás aventajado, lo estás,

Tienes que pensar bien para elevarte.

Tienes que estar seguro de ti mismo,

antes de intentar ganar un premio.

La batalla de la vida no siempre la gana

el hombre más fuerte, o el más ligero,

porque tarde o temprano, el hombre que gana

es aquel que cree que puede hacerlo.

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